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martes, 27 de septiembre de 2011

Yugo desigual ? Noviazgo Cristiano..


¿Qué es? ¿Qué quiere decir? La palabra de Dios nos da las direcciones a seguir antes de escoger al cónyuge. Para cientos de creyentes se convierte en una situación difícil de manejar.¿Por qué muchos optan por no obedecer su palabra? La mayoría estamos de acuerdo en que el matrimonio entre un cristiano y un inconverso está terminantemente prohibido por Dios.Al contraer matrimonio las dos partes llegan a ser “una sola carne” (Efesios. 5:31; Gen. 2:24). Esa frase expresa antes que nada la relación sexual dentro del matrimonio.

Pero el sentido completo se desarrolla más ampliamente con el correr de los años. El matrimonio es un enlace que involucra no solamente el cuerpo, sino también el alma y el espíritu.La Biblia prohíbe el matrimonio mixto entre creyentes e inconversos porque no es posible desarrollar en forma plena la verdad de “una sola carne”. No se puede unir el espíritu viviente del creyente y el espíritu muerto (sin Cristo) del incrédulo. No hay, ni habrá comunión espiritual. Por lo tanto, la comunicación se realiza solamente a nivel del “alma”; la sala de controles de quien no conoce a Cristo.
Sin embargo, cualquier padre, pastor o consejero que ha tenido que lidiar con una persona enamorada de un no creyente sabe que existe un “amor” tan fuerte que está seguro de que su situación no está contemplada en la Biblia, por lo que abundan las excusas. Supongamos que la mujer es la creyente. Estas son algunas de las razones que más se escuchan:

“No hay jóvenes cristianos de mi edad en la iglesia.” “Él es mucho mejor que la mayoría de los creyentes que conozco.” “Mi novio está de acuerdo en que nos casemos en la iglesia evangélica.” “He visto otros matrimonios que empezaron así y dio muy buen resultado.” “Él no será estorbo para mi vida espiritual.” “Me dice que se va a convertir después de la boda.” “Me permitirá llevar a nuestros hijos a la escuela dominical.” “Tengo que casarme con él porque hemos tenido relaciones sexuales.”

Como hemos mencionado, bajo cualquier circunstancia es pecado casarse con un incrédulo. Un cristiano por consiguiente está incapacitado para implorar la bendición de Dios sobre ese matrimonio. En cuanto al argumento de que no hay jóvenes cristianos en la iglesia, quisiera aclarar tres puntos:

1) Los solteros tienen que creer y confiar en las promesas del soberano Dios. “Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos. No seáis como el caballo, o como el mulo, sin entendimiento, que han de ser sujetados con cabestro y con freno, porque si no, no se acerca a ti.”, Sal. 32:8-9.

2) Uno no está siempre limitado a los muchachos de su propia iglesia. Una excelente manera de conocer a chicos creyentes es en las actividades y campamentos interdenominacionales.

3) Es mejor quedarse soltero que casarse en contra de la voluntad de Dios. La soltería es una opción bíblica (1 Co. 7:1-9).No debemos aceptar la escapatoria de que los inconversos son ” mejores que los creyentes”. O algo anda mal con los jóvenes cristianos de esa iglesia (quizá no sean verdaderos cristianos), o el amor ha cegado los ojos de la parte interesada.

Es sorprendente que hay personas que todavía piensan que Dios le da la bendición a un yugo desigual con tal que se casen en la iglesia. No importa en qué iglesia se casen; si uno de los novios no es creyente en Cristo el casamiento sigue siendo desobediencia.

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